El día que mi menté imaginó por primera vez el vestido Orquídea no pensé que habría chicas que se casarían con él.
Ester llegó a mí con muchas dudas, pensando en varias ideas al mismo tiempo. Su boda soñada era en el campo, con sus familiares y amigos más cercanos. Una celebración íntima para la cual quería ponerse guapa sin ser “la típica novia”.
No tenía claro el color de su vestido. En un principio se planteaba ir de blanco, por no romper tanto con la tradición, pero viéndose al espejo sintió que fuera de estereotipos como más favorecida se veía era con el rojo.
Pensó en la idea de llevar un vestido corto, para más comodidad, pero de nuevo, al verse con uno de mis modelos largos, confeccionados en crep, sintió que la fluidez del vestido siendo largo era maravillosa.
Así pues, todo la llevó a enamorarse de mi vestido Orquídea en rojo. Un vestido femenino que realza la figura, con una espalda súper romántica.
Para darle un toque especial confeccionamos un cinturón de espigas (eran del campo de su padre) con una lazada de plumeti y un tocado para el pelo a juego.
Mil gracias Ester por dejar que te guiara para el gran día.