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Inspiración y una tarta de cumpleaños
Cuando uno se dedica a diseñar se pasa los 365 días del año buscando inspiración o recopilando ideas, porque en cualquier momento se te puede cruzar por delante algo que sirva como inspiración para la colección de turno.
Yo diseño dos colecciones de fiesta al año y una de novia para Fátima Angulo. Además diseño junto a mi alma máter una colección casual para vestir a toda la familia a conjunto bajo la firma Noray. Esto son muchos vestidos de fiesta, faldas y blusas juntos.
¿Qué tengo en cuenta en mis colecciones?
Dicen que la moda está cambiando continuamente y que por ello lo que se lleva hoy mañana puede ser un esperpento. Pero yo pienso que siempre hay prendas o tejidos que pueden volverse atemporales. Esto es algo que tengo muy presente cada vez que creo algo nuevo, la atemporalidad.
Por poder sacarle partido a la ropa, y sobre todo para que cuando pase el tiempo y te veas en las fotos no sientas que ibas disfrazada, siendo otra y no tú misma.
¿A quién no le ha pasado que se ha visto en fotos más o menos antiguas y se ha llevado un susto?
Otro factor que considero indispensable es que mi ropa sea femenina, elegante y romántica. Porque aunque me gustan los escotes y los veo bonitos todos tienen su límite, siempre mejor insinuar que enseñar. Igual que las transparencias o los vestidos encorsetados en exceso. El salchichón mejor sólo para comérselo…
Mis diseñadores favoritos
Aunque no me considero cerrada y hay un montón de gente haciendo trabajos de costura maravillosos me encanta lo que hacen Carolina Herrera y Dolce&Gabbana, por el tipo de mujer a la que visten.
Muchas de vosotras me habéis dicho que mi vestido Julia os recuerda al vestido rojo del anuncio del perfume de Carolina Herrera. No sé qué fue antes o después, pero está claro que es un vestido con una espalda que me tiene enamorada desde el primer día en que lo vi.
Adoro los tejidos brocados, con hilos dorados entrelazados. Prendas joya llenas de sofisticación con las que queda un look perfecto, para un evento o una cena especial.
Y aunque he tenido en la colección vestidos completos con estos tejidos reconozco que en falda es como más me gustan.
Faldas joya doradas perfectas para ser una invitada muy especial.
Debo reconocer que me paso bastantes horas del día enganchada al móvil, a las redes sociales, y ahí viene otra de las fuentes en las que más bebo cuando me pongo a crear. Internet está cuajado de invitadas, influencers, bloggers, etc. que llevan la moda como bandera y que sirven como ejemplo de lo que me gusta y de lo que no.
A una de las primeras bloggers que empecé a seguir fue a Miss Cavallier, en su blog de CONFESIONES DE UNA BODA.
Me encanta todo lo que se pone, porque un vestido o un conjunto que a priori no tiene mucha gracia ella siempre lo convierte en un look de 10.
Igual me ocurre con Sandra Majada, de INVITADA PERFECTA, una artista en lo de crear estilismos perfectos. Porque aunque esto de la moda y el estilo se puede estudiar, como no lo lleves de cuna, a poco vas a llegar…
Y aunque lo mencione en último lugar, para mí, la inspiración fundamental sois vosotras, ¡mis invitadas perfectas! Porque me proponéis retos, me traéis ideas nuevas, ocurrencias de todo tipo y eso al final es lo que más me ayuda a crear. A concebir nuevos modelos, porque me los habéis pedido, o porque habéis mezclado cosas que yo antes no imaginé que podían quedar bien.
Porque vosotras me enseñáis lo que gusta, lo que queda bien, lo que os hace sentir únicas y especiales.
A veces, aunque quiera, es imposible hacer moda en España a precios 100% asequibles. Por eso en semanas como esta con el Black Friday, o en rebajas hago el esfuerzo de ofreceros descuentos, para que todas las que queráis podáis tener en vuestro armario aquello de mi colección que os guste.
Como anticipo de lo que estoy preparando para 2.018 decíos que en mi cabeza están el tul, el crep, los vestidos lisos bien estudiados, las flores, los lunares…
Y ya hay por el taller alguna pieza de todo ello… Desde aquí además quiero aprovechar para que os sintáis libres de mandarme sugerencias, ¡ahora es el momento! Qué modelos os gustan o cuales no, qué echáis en falta o qué estáis buscando por ahí que no encontráis…
Historia de una tarta de cumpleaños
¡Este finde fue mi cumple! Y como además soy bastante cocinillas me propuse hacer mi propia tarta de cumpleaños. No me valía una tarta cualquiera, que la señora es una golosa de mucho cuidado… Me gusta el dulce, sí, lo reconozco. Pero admito que no cualquier bollo me vale, si voy a pecar que sea porque merezca la pena el sabor.
Como nunca voy muy sobrada de tiempo fui a hacer la compra sin tener clara la receta de la tarta que iba a hacer.
Sabía que sería una Layer Cake de chocolate y frambuesa, pero poco más. Así que cuando me puse a hacer el pastel en cuestión la lista de contratiempos que sufrí por mala planificación fue tremenda.
Eso sí, reconozco que pasé una tarde de lo más divertida, porque me reí con mi amiga Yazmina durante horas de cada desastre que ocurrió.
La masa para el bizcocho era de chocolate, pero me di cuenta de que era poca para el tamaño de mi molde y para los pisos que quería que tuviera mi tarta.
Primer problema, improvisar un segundo bizcocho sin apenas azúcar y sin chocolate (porque los había gastado para la primera masa).
¡Pero no pasa nada! Casi de la manga me saqué un segundo bizcocho de yogur de fresa, que además de súper esponjoso quedaba genial junto al de chocolate.
Y lo del azúcar apenas fue problema, porque aunque no tenía en paquete, me quedaban un montón de azucarillos individuales que tuve que abrir uno a uno hasta llenar dos vasitos de yogur, ¡¡tarea de chinos!!
Esa tarde también descubrí que los huevos no saben volar y cuando caen al suelo se estrellan…
Cuando ya sólo faltaba montarla otro problema… La cantidad de buttercream que había preparado no era suficiente para rellenarla y decorarla. ¿Qué hice? Por suerte el bizcocho de chocolate tenía una pinta espectacular, así que repartí la crema de tal manera que me dio para el relleno y para decorarla por los lados.
Al relleno le añadí mermelada de frambuesa y a la buttercream que me dejé para la parte de fuera chocolate fondant.
Y con una boquilla de estrella, un poco de arte y azúcar glass quedó un pastel de lo más cuqui y muy rico: ¡objetivo conseguido!
¡Muchas gracias por leerme!